Hay santos a quienes su devotos atribuyen algunas curaciones milagrosas y tienen dedicadas calles. Los antibióticos producen a diario cientos de miles de curaciones ciertas. Bien está que también tengan su calle. Aunque esta dedicatoria no responde a las anteriores consideraciones, sino al hecho de que en ese lugar se instalaron unos laboratorios que los producían.
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