domingo, 29 de noviembre de 2015

Catedral del color (1)

Antonio Gaudí no quería una decoración de estatuas de santos para el interior de la Sagrada Familia. Ideó la más pura ornamentación para sus columnas y paredes, la que dan la luz (ayer lo veíamos) y el color. Este se produce en las grandes vidrieras que bañan la piedra de tonos cálidos a un lado y fríos al otro. Los muros adquieren así el aspecto fantástico de una ensoñación.

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