Cruzamos el Guadalquivir desde San Lúcar de Barrameda. Frente a la orilla urbanizada, la orilla silvestre del Parque Nacional de Doñana que sólo está permitido recorrer en los vehículos todo terreno oficiales.
Recorremos un tramo de la mayor playa virgen de Europa, de 30 km de longitud. A nuestro paso elevan el vuelo las gaviotas.
Entre las dunas, los matorrales.
La duna terminará por engullir a los pinos, pero, tras ella, de los piñones caídos aquellos renacen.
Por
último, tras el bosque, la marisma que en este momento está seca. A muy escasa profundidad, el acuífero da vida a este conjunto de ecosistemas. El próximo día subiré las fotos de la fauna que pude ver en mi visita a Doñana.
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